¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que José Herrero escriba una noticia?
Se lo pido sin acritud. Me gustaría, no obstante, que se lo pidiera el pueblo español en lugar de mantener ese silencio de cementerio. Váyase ya, señor presidente
No es extraño que cuando algún gualdrapa que otro, que se nos cuela sigilosamente por entre bastidores, se nos presenta como el códice de los antiguos, como la tabla de salvación -sin haberse previamente salvado a sí mismo ni de su falsa, muy falsa, moral-, como el guerrero del antifaz, como el sabelotodo sin saber de nada, como el nuevo constructor y motor del mundo para un mundo nuevo y feliz, al final lo que ocurre realmente es que se estrella estrepitosamente -aunque Tráfico no le pone multa ni le quita puntos por ello-. Parece mentira pero es verdad. ¿Y qué hace la gente de a pie que no sale a la calle a defender sus intereses? Será, digo yo, que ya no mostramos interés ni por lo que es nuestro, o debería serlo, ni por lo que debemos defender para el futuro de nuestros hijos. Deberían empezar a desfilar camino de la calle más de alguno de nuestros políticos, a la cola del INEM, antes de que cumplan siete años de ejercicio.
Para nuestro querido presidente, que ha asegurado que no piensa irse porque está haciéndolo franca y realmente bien, o superfragilístico, porque nadie se atreve a echarlo de su poltrona -que tendrá el poder que, aparte de corromper apega a los sillones- y mandarlo a veranear a Hawai 5.0 -feudo de Obama, aunque Obama poco caso le hace-, pero sí se muestran partidarios de que así lo haga partidos minoritarios como CiU, IU y hasta ERC -minoritarios pero que pintan, y muy mucho-. Nos tapa la boquita de petit suise que tenemos todos los españolitos de a pie con discursos banales que nos siguen llevando al ostracismo y a la miseria absoluta -ay, tu risita, señor presidente; sigue cautivando... y engañando-. ¡Váyase, señor presidente!.
Pero, ¿dónde está la verdadera oposición, la única que puede, de verdad, sustituir al gobierno de ZP? ¿De vacaciones? ¿Diciendo, haciendo sin decir ni hacer, escondiendo la cabeza debajo del ala? ¡Moción de censura de una p... vez! Aunque la pierdan. Creo que Rajoy debería irse a pescar percebes en su querida y entrañable tierra. ¡Váyase ya y deje paso a otros con más tesón, coraje, c... que usted, que, por cierto, ha perdido ya dos elecciones... y la próxima también la perderá, seguro! La tiene perdida ya porque ha dejado escapar muchas oportunidades de coger las riendas del caballo desbocado, pero se le llena la boca, no de saliva, sino pronosticando de antemano que para perder una moción de censura es mejor no plantearla. Rajoy, para poner una moción de censura sólo hay que registrarla y plantearla, se pierda o no. En ella tendrá que decirnos qué piensa hacer, ¿o no tiene pensado hacer nada? Sí, seguir cobrando un sueldazo a costa nuestra. ¡Váyase usted también con toda la troupe del gobierno!
Lo tiene todo a favor, señor Rajoy; pero claro, usted no es Esperanza Aguirre, por ejemplo; aunque también está dejando mucho que desear últimamente, quizá acorralada por usted, o amenazada por el rodillo de su partido, y no le pone, ciertamente, los bemoles que hay que ponerle a esta situación de aparente desidia del PP. ¿Habrá que llamar de nuevo a Rato, a Aznar, pese a las críticas que provocó en Oviedo que, por cierto, está gobernada, y muy bien, por el PP.
Ya no quiero hablar más de política, de políticos que se nos rien descaradamente en la cara, con el paro, la crisis y todo lo demás; pero preguntad, españoles, cuánto cobran todos estos artistillas de la política a nuestra costa, políticos, muchos, don nadies venidos a más por defender intereses propios. Indagad, molestaos un poco por vosotros mismos, por esos setecientos autónomos que cada día se quedan sin trabajo pero que, curioso, no figuran en las listas del INEM ni cobran desempleo porque apenas sí tienen derecho a la vida, a malvivirla, a mendigarla cuando en realidad son los verdaderos motores de la economía de un país que se está yendo a la mierda entre risitas de cómicos gobernantes que siguen engañándonos. Esos predicantes de la política, esos nuevos ricos sin otro recurso que engañarnos, no son mileuristas, ni mucho menos, aunque cobran de nuestro sudor, que ya apenas nos quedan gotas que sudar porque no nos queda lugar donde hacerlo. Para ellos no hay crisis, ya que algunos, en nombre de nosotros, cobran hasta veinte mil euros mensuales; amén de sindicatos y sindicalistas liberados y directores, que también son funcionarios de clase A o de clase liberada (es decir, que cobran sin trabajar para seguir jodiendo al trabajador).
Lectores, hoy sólo quiero deciros una cosa, en confianza. Pensad, que sabéis hacerlo, y muchos ahora tienen más tiempo para ello porque están -estamos- en el paro y casi en la indigencia. Nuestro gobierno llenó su boca estos días con que no podíamos compararnos, y que nadie se atreviera a hacerlo, con Grecia; pues Grecia había llegado a la situación en la que se encuentra porque existe en ese país mucha corrupción, tienen una desmedida economía sumergida y fuerte evasión de capital al exterior. ¿No se les ocurre nada, lectores? A mí sí. Igual que aquí, o aquí igualito que allí. Lo mismo, mismamente. Así no vamos a ninguna parte. Bueno, sí: al fondo del fondo. ¿Resistiremos de verdad? ¿Dónde quedó ese patriotismo del que siempre hizo gala nuestra historia, incluso con una guerra entre hermanos? ¿Dónde las manifestaciones y las huelgas generales? ¿Dónde reivindicar nuestras carencias? ¿Dónde los sindicatos y los trabajadores y los universitarios? ¿Se quedaron en Mayo del 68? Será por eso que seguimos sin hacer nada, porque ya no tenemos patria, ni bandera, ni orgullo, ni hostias en vinagre. ¡Váyanse todos a Hawai, o a donde quieran, pero déjennos en paz!