En La Mancha, la vendimia ya ha echado a andar con la recogida de las variedades más tempranas. Las primeras estimaciones apuntan a que la calidad está siendo muy buena al no haber sufrido la uva ningún tipo de enfermedad. Ha sido un año generoso en lluvias y las temperaturas estivales, que han sido las adecuadas en estas fechas, han permitido una maduración final equilibrada, ayudada por las noches frescas de las últimas semanas. En algunos puntos, las tormentas de los últimos días están obligando a demorar varios días la campaña. En una semana se vendimiará la tinta tempranillo o cencibel, y poco a poco se irán sumando el resto. Será a mediados de septiembre cuando se recoja la uva blanca airén, la mayor número en superficie de hectáreas, en una campaña, que, salvo inclemencias de última hora, presentará una producción mayor que la cosecha de 2012. Fernando Villena, presidente de Vinícola de Tomelloso.

También UPA prevé una vendimia tardía y mayor en producción. Concretamente entre un 20 y 30 por ciento más que el año pasado. A pesar del aumento de cosecha, la organización no cree que los precios de la uva vayan a bajar, al mantenerse una fuerte demanda internacional.