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Te Dedicas A Ayudar A Las Personas A Ser Felices, Y Tú, ¿Eres Feliz? (I Parte)

02/09/2020 12:11 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Es cierto que en mis publicaciones hablo mucho sobre la felicidad y de cómo llegar a conocer los misterios de la mente y de la Vida. Por eso muchas personas están interesadas en saber algo sobre mi vida como terapeuta. Aquí te lo cuento

Es cierto que en mis publicaciones hablo mucho sobre la felicidad y de cómo llegar a conocer los misterios de la mente y de la Vida.

Por eso es lógico y natural que muchas personas estén interesadas en saber algo sobre mi vida como terapeuta.

Entre algunas de las cuestiones sobre las que sienten curiosidad están las siguientes:

  • ¿qué es lo que vendo?
  • ¿he logrado ser feliz y qué he hecho para conseguirlo.
  • ¿cuál es el tipo de terapia que brindo?
  • ¿escojo a los clientes o acepto a cualquier persona?

Para complacer a todas estas personas, este artículo es el primero de una serie donde contesto a estas y a otras preguntas parecidas que me han formulado en relación a mi trabajo y a mi vida.

Te invito a que sigas leyendo para que te enteres de todo.

Lo primero que quiero dejar claro es que yo no vendo felicidad porque la felicidad es imposible venderla.

Ella no es un artículo que puedes adquirir en las redes sociales, o leyendo un libro o yendo al mercado.

¿Por qué?

Porque para mí la felicidad es sentirse pleno, completo y satisfecho en este mismo momento. Es como sentir a la vida en toda su amplitud, aquí y ahora.

¿Crees que el llegar a sentirte de esa manera es algo que se puede vender?

Tampoco vendo espiritualidad porque ya tú eres espiritual solo que no te has dado cuenta de ello pues permaneces dormitando en tu habitación mental.

Más bien evito el utilizar palabras como: espiritualidad, realización, iluminación; porque solo crean confusión y provocan que las personas se vuelvan seguidoras de modelos tratando de alcanzar lo que ya son.

A las personas que acuden a mí, les doy un mensaje claro:

Necesitamos darle un giro a nuestras vidas donde dejemos todo tipo de entretenimientos sociales y nos dediquemos a reconectarnos con nuestra esencia.

Te lo voy a expresar de forma sintética:

Lo que ofrezco es un entrenamiento que no se trata de hacer, sino de SER.

Para que entiendas mejor mi propuesta, déjame ilustrártela:

Supongamos que en el lugar donde ahora te encuentras coloquen un gran ramo de azucenas (las azucenas son flores muy olorosas).

Al cabo de un rato el recinto resulta transformado gracias al aroma de esas flores.

La pregunta es: ¿Qué hicieron las azucenas para lograr esa transformación?

¡Nada!, sencillamente SER azucenas.

Al igual que las azucenas, cuando tu aroma lleve la marca de la felicidad, tu poder transformador será grande.

Entiende que no es dejar de hacer tu vida social, de lo que se trata es de que en todo lo que hagas impregnes esa fragancia de bienestar, de felicidad, de paz y de amor que solo puede emanar de una profunda conexión con la Vida.

Es por eso que no te vendo nada, lo que te ofrezco es la posibilidad de que vuelvas a recuperar ese aroma a través de ese entrenamiento.

¿En qué consiste el entrenamiento?

Eso te lo responderé en próximos artículos.

Una aclaración importante:

No hago promesas, ni creo falsas ilusiones, porque en gran medida el camino tienes que recorrerlo tú y depende de tu seriedad y compromiso.

Algunos me preguntan: ¿Tienes algún criterio para seleccionar a los clientes?

Cuando una persona me procura y muestra interés lo primero que acontece es una conversación inicial.

Más no creas que es una conversación del tipo: “cuéntame tu vida”. El objetivo es para orientarme y saber si tengo las posibilidades reales de ayudar a esa persona.

De ahí que no excluyo a nadie. Son las mismas personas cuando no quieren, de verdad, sudar la camisa las que se decantan por sí solas.

¡Ah, y hablando como los locos, te tengo una buena noticia!

Lo que ofrezco es un entrenamiento que no se trata de hacer, sino de SER

Los encargados del sitio www.tumentesvida.com tienen planificado para el 16 de septiembre presentar un libro (que hace algún tiempo escribí), que contiene las bases de este entrenamiento.

Los testimonios (que aparecen en este sitio), de personas que han utilizado ambos (el libro y el entrenamiento), son evidencias de lo efectivo y provechoso que llegan estos a ser cuando se está sinceramente interesado en darle un vuelco total a la mente y dejar atrás al sufrimiento.

Nota Complementaria: Sobre el contenido del libro también te estaré hablando en próximos artículos.

Algunos me han preguntado: ¿Cobras honorarios por el entrenamiento?

¡Desde luego!, y creo que las razones tanto personales como sociales del por qué lo hago son obvias.

Para terminar, por esta vez, voy a contestar a una pregunta recurrente que me hacen cuando estoy impartiendo cursos o conferencias sobre esta terapia.

¿Cuál es el principio rector que me guía al utilizar esta intervención terapéutica?

Casi siempre respondo con este cuento:

Un científico estaba resuelto a encontrar la solución para los problemas del mundo. Pasaba horas enteras en su estudio cavilando sobre esto.

Un día su hijo de 7 años invadió su santuario con la intención de ayudarlo. El científico nervioso, viendo que no podía zafarse tan fácil de su hijo y que estaba perdiendo un tiempo precioso, procuró distraer su atención.

Arrancó una hoja de una revista donde se representaba al mundo y tomando unas tijeras, picó la imagen del mundo en pedacitos, se la entregó al niño con una cinta adhesiva y le dijo:

-Como sé que te gustan mucho los rompecabezas, aquí te doy al mundo roto. Mira a ver si puedes componerlo.

El padre calculó que al hijo le llevaría días realizar la labor, pero cuál no fue su sorpresa cuando al cabo de varias horas el niño regresó y le dijo:

-Papá, ya terminé de armar al mundo.

El científico no daba crédito a lo que veía. ¿Cómo era posible que su hijo en tan poco tiempo hubiera logrado componer un mapa que no había visto antes?

El padre le dijo: -Hijo mío, tú no sabías cómo es el mundo, cómo lo conseguiste.

El niño le respondió:

-No sabía cómo es el mundo, pero cuando arrancaste la hoja de la revista vi que por el otro lado estaba la figura de un hombre. Intenté arreglar al mundo, pero no lo conseguí. Fue entonces cuando le di la vuelta a los recortes y empecé a arreglar al hombre que yo sabía cómo era. Al terminar, volteé la hoja y vi que había arreglado al mundo.

Te relato este cuento porque sigo este mismo principio en mi vida profesional:

Creo que la ayuda más efectiva que puedo brindar es la que se basa en que antes de dedicarme a arreglar a los demás, primero debo hacer todo lo posible por arreglarme a mí mismo.

POSTDATA:

Como te dije al principio, quedan muchas preguntas aún por contestar.

Si tienes alguna, por favor, déjala en tus comentarios y sin falta la responderé. 

MUCHAS GRACIAS.


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