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Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el crack actual sólo es comparable al de 1929. Existe claramente una contradicción fundamental en la base del capitalismo, los medios de producción (fábricas, materias primas etc.)
La verdadera razón de las crisis reales es siempre la pobreza y la limitación del consumo de las masas frente a la tendencia de la producción capitalista a desarrollar las fuerzas productivas como si no tuvieran más límite que la capacidad absoluta de consumo de la sociedad.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el crack actual sólo es comparable al de 1929. En aquella ocasión, tras el crack vinieron varios años de gran depresión, se cerraron muchas empresas, tasas increíblemente altas de paro, recortes en los salarios, con el consiguiente incremento de la pobreza. Fue el aviso previo a la Segunda Guerra Mundial.
¿Va a tener esta crisis las mismas consecuencias dramáticas o se podrá contener? De repente, los Estados han reaparecido. ¿Será eso suficiente para absorber el choque? Hoy en día, incluso los más acérrimos liberales están exigiendo más regulación para los mercados financieros. Pero, ¿se puede prevenir la crisis simplemente vigilando más las idas y venidas de la industria bancaria? ¿O hay algo más que eso?
Para tratar de responder a estas preguntas tenemos que entender los orígenes de la crisis actual. Para ello, tenemos que remontarnos atrás en el tiempo.
La economía global ya en situación desesperada en 1973
Los EEUU salieron de la Segunda Guerra Mundial como la potencia mundial incontestable, lo que consiguieron convirtiendo al dólar en la divisa mundial. Sólo los dólares se podían cambiar por oro, y el resto de divisas tenían una tasa de intercambio fija con respecto al dólar. Estas regulaciones se establecieron en el acuerdo de Bretton Woods (1944).
Los EEUU utilizaron el hecho de tener la sartén por el mango para hacer frente al comunismo. Su prodigalidad no conoció límites y las máquinas de imprimir dólares funcionaban a toda velocidad. En Europa Occidental, el objetivo del caro Plan Marshall era construir una sólida presa contra la Unión Soviética y amordazar a la resistencia local.
Los EEUU lanzaron un plan similar de ayuda en el sudeste de Asia (Korea y Taiwán). La maquinaria militar creada para luchar contra los nazis se perfeccionó y se utilizó para luchar contra el comunismo.
Los EEUU lideraron guerras contra la “amenaza comunista” en Korea (1950-1953) y en Vietnam (1959-1975). También dieron apoyo a sus aliados sionistas en Oriente Medio durante la Guerra de los Seis Días (1967) y la Guerra del Yom Kippur (1973).
La economía de EEUU en la época de la Guerra Fría estimuló un rápido crecimiento pero al mismo tiempo era una fuente de inestabilidad. La productividad industrial creció rápidamente durante los dorados años sesenta, trabajo y capital se mantenían estables. En otras palabras, los salarios crecían tan rápido como la productividad. La distribución del ingreso nacional (en porcentaje de trabajo y capital) se mantenía estable. Sin embargo, todo eso no se produjo sin fricciones.
El final de los 60 supuso el principio del fin para este largo período de crecimiento relativamente importante y estable. Se frenó el rápido incremento de la productividad y la capacidad productiva dejó de aprovecharse en toda su extensión. No se utilizaban todas las inversiones y descendieron las tasas de beneficio. Finalmente, los mercados se saturaron; estaba claro que se gestaba una crisis de sobreproducción. Todo estalló cuando, en 1973, los países de la OPEP cuadruplicaron los precios del petróleo. Los precios subieron de 2 a 9 dólares el barril. La segunda crisis del petróleo tuvo lugar en 1979, cuando los precios subieron de los 13 a los 26 dólares; en 1982, un barril costaba 32 dólares.
Hay dos análisis sobre la crisis que comenzó en 1973. ¿Fue el resultado de los precios del petróleo, en otras palabras, fue un factor externo ocasionado por los productores de petróleo? ¿O fue la crisis del petróleo simplemente su punto de partida? Según este segundo punto de vista, el crecimiento global de la economía estaba en una situación desesperada en 1973 por culpa de los procesos internos recurrentes del capitalismo. Los mismos procesos que Karl Marx había descrito un siglo antes esto nos permitió entender los procesos recurrentes del capitalismo por qué estos procesos conducen inevitablemente a las crisis de sobreproducción.
Los propietarios del capital estimularán a la clase trabajadora para que compren más y más bienes, casas y tecnología cara, empujándoles a contraer deudas más y más caras, hasta que se hagan insoportables.
Éste es el resultado del caos social, donde sólo funciona la ley del máximo beneficio. La producción no está organizada de ninguna manera para satisfacer ampliamente las necesidades de la sociedad
La deuda impagada llevara a la bancarrota de los bancos, los cuales tendrían que ser nacionalizados, y el estado tendrá que tomar el camino que le lleve en ultima instancia al consumismo.
Existe claramente una contradicción fundamental en la base del capitalismo, los medios de producción (fábricas, materias primas etc.) son de propiedad privada mientras la propia producción tiene lugar en base un modo cada vez más social.
Esto es cien veces más cierto hoy que en la época de Marx. Los complejos aparatos productivos, extendidos a menudo por todo el mundo, trabajan en beneficio sólo de unos pocos accionistas. La única planificación existente tiene como objetivo acabar con la competencia. Para lograr esto, uno tiene que obtener más beneficios que la competencia y acumular más y más capital.
Al elevar la tasa de inversión, cada parte espera ganar esferas de mercado frente sus rivales. Pero para lograr esto, los costes de producción (recorte de salarios) deben ser reducidos y continuamente racionalizados para producir más utilizando menos trabajo. Este proceso lleva inevitablemente a una crisis de sobreproducción por la contradicción entre capacidad productiva y una decreciente capacidad de poder adquisitivo
A finales de los años 60, Estados Unidos tuvo que hacer frente a dos rivales que habían vuelto a la vida: Europa y Japón. Al mismo tiempo, Estados Unidos se encontraba enredado en la guerra contra la independencia de Vietnam y otros países en la región del Sudeste asiático. La carrera armamentística con la Unión Soviética también era bastante cara. El grifo del dólar seguía fluyendo y grandes cantidades de dólares acababan en bancos europeos (los denominados eurodólares). Al comenzar Bretton Woods en 1944, la Reserva Federal aún poseía el 60% del total de reservas mundiales de oro, pero ahora que los bancos nacionales europeos estaban convirtiendo estas enormes cantidades de dólares en oro una especie de segunda quimera del oro, esa proporción cayó rápidamente al 15%.
Nixon tomó la decisión unilateral de detener la convertibilidad directa de los dólares en oro. Dos años después, se abandonaron los tipos de cambio fijos y el dólar comenzó a flotar. Perdió valor hasta 1979. Entonces, el dúo Volcker-Reagan comenzó a seguir una senda distinta.
El abandono de Bretton Woods dio a los EEUU más posibilidad de maniobra porque el dólar ya no podía ser devaluado mediante la reclamación de su valor en oro a la reserva federal de oro. Más que nunca, el dólar se convirtió en una divisa global, sólo que ahora el gobierno de EEUU podía también manipular el tipo de cambio a voluntad. Hasta hoy, han aprovechado mucho esta posibilidad.
Durante treinta años, los Estados Unidos revivieron mercados financieros por todo el mundo. Utilizaron un triple mecanismo como palanca: el dólar, el crédito y la especulación, lo que llevó a un enorme incremento del tamaño de los mercados financieros. En 1980, el valor de los instrumentos financieros se estimaba en el equivalente al Producto Interior Bruto mundial (PIB). En 1993, ese valor era el doble de alto. Y, a finales de 2005, era más de tres veces superior, es decir, un 316% del PIB mundial. Entre 2000 y 2004, los títulos de deuda pública y privada representaban más de la mitad de este incremento. Esto muestra el creciente papel de la deuda y las compras apalancadas financiadas como motor del proceso.
En 2004, el comercio diario de derivados, alcanzó los 57.000 millones de dólares y el comercio de divisas los 1.900 millones de dólares. En conjunto, sumaban 76.000 millones de dólares al día. Eso es más que el valor de las exportaciones anuales. Para mantener su posición preeminente, los Estados Unidos siguieron caminos desde los 80 que contribuyeron a inflar la burbuja financiera.
La crisis iniciada en el 2008 ha sido señalada por muchos especialistas internacionales como la "crisis de los países desarrollados", ya que sus consecuencias se observan fundamentalmente en los países más ricos del mundo.
Entre los principales factores causantes de la crisis estarían los altos precios de las materias primas, la sobrevalorización de los productos y las viviendas, una crisis alimentaría mundial, una elevada inflación planetaria y la amenaza de una recesión en todo el mundo, así como una crisis crediticia, hipotecaria y de confianza en los mercados con el consiguiente decrecimiento económico.
Éste es el resultado del caos social, donde sólo funciona la ley del máximo beneficio. La producción no está organizada de ninguna manera para satisfacer ampliamente las necesidades de la sociedad.
Según algunas fuentes oficiales, la crisis podría finalizar a mediados del 2010.
Informa: Andres Gonzalez. Corresponsal en Andalucia