Numerosos aficionados del Zenit invadieron el césped del estadio Petrovsky y agredieron a un jugador del equipo rival, el Dinamo Moscú, en la segunda parte del choque de la vigésima novena y penúltima jornada, con el título de la liga de Rusia en juego.

La intención de los seguidores fue paralizar el encuentro, con ventaja del equipo moscovita por 2-4 en el minuto 85, momento de los incidentes. Varios hinchas saltaron al campo y abordaron a futbolistas visitantes, entre ellos Vladimir Granat, capitán del Dinamo, que sufrió el puñetazo de uno de los radicales. Tras los sucesos y ante la imposibilidad de retomar la normalidad, el partido fue suspendido con 2-4 en el marcador. Hasta ese momento, el Dinamo Moscú vencía con claridad. Un marcador que ponía en entredicho el título para el conjunto de San Petersburgo, que afrontó la jornada como líder, con un punto de distancia respecto al Lokomotiv y dos sobre el CSKA. El brasileño Danny encarriló el partido para el Zenit a los seis minutos pero Artur Yusupov logró el empate antes del descanso y el argentino Leandro Fernández puso en ventaja al Dinamo. El ecuatoriano Christian Noboa y el alemán Kevin Kuranyi desarmaron definitivamente al Zenit, que acortó distancias a seis minutos del final gracias a Alexandr Kerzhakov. Después, llegó la invasión de campo que propició la suspensión del duelo y los lamentables incidentes.