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Se ha puesto de moda el término “violencia vicaria”, a raíz de recientes secuestros y asesinatos de hijos de parejas separadas, creando una cierta polémica, pero la violencia vicaria viene de antiguo, se remonta a los orígenes de la humanidad y no tiene sexo
Para reflexionar sobre la polémica vamos a intentar recordar algunas cuestiones que nos permitan valorar lo acertado o lo equivocado del término “violencia vicaria” cuando se pretende aplicar desde el feminismo.
Este tipo de crueldad mezquina se remonta al llamado sacrifico de Abraham, o sacrificio de Isaac, cuando se hace referencia al primer chantaje emocional, “Si me amas, mata a tu hijo”.
Por contraposición, la violencia vicaria consiste en matar a lo que más ama quien dejó de amarme.
La propuesta de dios era: Si me amas, demuéstralo sacrificando (matando) a tu hijo.
La violencia vicaria es: Mato a tu hijo porque quiero que sufras el resto de tus días.
En ambos casos se trata de un chantaje emocional, porque en ambos se puede dar el arrepentimiento si se cede al chantaje.
Pero la violencia vicaria, suele terminar en la consumación del crimen y la negociación no es más que un paso previo que conduce a incrementar la angustia y el daño producido.
No hay peor bajeza humana que la manipulación, la instrumentalización de los hijos, como venganza por parte de sus padres o madres y en ambos casos se da esa bajeza, pero la consumación del crimen es la que distingue a la violencia vicaria.
Por consiguiente, la violencia vicaria, no es otra cosa que el ejercicio de la violencia o el asesinato del ser amado a manos del que ha dejado de ser amado o del que pretende producir un profundo daño emocional.
A no ser que nos perdamos en el laberinto de la violencia de género, que discurre por otros derroteros y que es lo que está causando polémica a la hora de su definición en la Wikipedia.
Vicario es el que ejerce una función accidental o sustitutoria
La violencia vicaria es aplicada por ambos progenitores e incluso por quien no es progenitor, luego es un crimen que se ejecuta en busca de la venganza ante el rechazo de la pareja, sea ésta hombre o mujer, sin distinción de género.
Pero es vicaria porque se ejerce asumiendo una autoridad por ausencia, ya que la vicaría es la autoridad ejercida accidentalmente en ausencia de la legítima o titular. Es decir cuando no está el padre o la madre que custodia al hijo o hija.
Luego no se puede hablar de violencia de género, aun cuando se produzca dicha violencia entre los padres de la víctima, porque no es exclusiva de uno de los dos sexos.
Esto nos llevaría a pensar que también fue violencia vicaria, la destrucción del Templo de Jerusalén o la crucifixión de Cristo a manos de los romanos, pues ambas acciones produjeron un profundo e inolvidable dolor a los judíos, que aún lamentan tales hecho miles de años después.
Pero es más, para que el concepto vicaría tenga consistencia, habría que determinar quién ejerce la vicaría, es decir si el crimen se produce cuando se está ejerciendo el derecho de custodia o de patria potestad o si esta es usurpada o suplantada.
En cualquier caso, la violencia contra menores, hijos de parejas ya hemos dicho no solo la ejercen los padres, también la ejercen los padrastros, las madrastras o las parejas de estos o estas.
Luego no parece correcta la definición, más bien explicación, de Google que reza: La violencia vicaria es aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus seres queridos y especialmente de sus hijas e hijos. ... El objetivo es el control y el dominio sobre la mujer, en un alarde máximo de posesión en una relación de poder que se sustenta en la desigualdad. Ya que como queda dicho esa violencia la ejercen hombres y mujeres de forma indistinta.
Incluso se han dado casos en que dicha violencia la ejercen los hijos en venganza contra su padre o su madre separados, al verse privados del padre o de la madre legítima.
De ahí que resulte polémico el “neologismo” en cuestión, que viene de fuentes feministas que pretenden referirlo o asociarlo al machismo de forma torticera e interesada políticamente.
Los crímenes de este tipo tienen casi siempre su origen en el deseo de venganza o en la salida desesperada ante la frustración, la locura transitoria o permanente del causante de la violencia o asesinato y difícilmente se le puede atribuir una situación de vicaría ya que ninguna de las partes ejerce un derecho sustitutorio, temporal o accidental en el sentido estricto de la vicaría.
@ordosgonzalo
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