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Los clientes de un pub de la City de Londres, el distrito financiero, brindaron en las primeras horas de este viernes por los primeros indicios que apuntan a un nuevo mandato del primer ministro conservador David Cameron.
La primera encuesta a pie de urna puso a su partido por delante e hizo circular la bebida en una de las muchas fiestas electorales organizadas por los bares británicos.
El estado de ánimo era optimista en el bar Draft House en Seething Lane, que sirve una gran selección de cervezas del mundo para los entendidos, en el corazón del distrito financiero de Londres.
"Voté por los conservadores, porque los laboristas no son competentes en temas financieros", dijo Ben Woodthorpe, un empleado de la City de 39 años, mientras bebía cerveza.
Varios clientes lanzaron un "¡hurra!", cuando la pantalla de televisión anunció la encuesta que muestra a Cameron con muchos más escaños (316) de lo que habían previsto todas las anteriores que se difundieron durante la campaña, si bien la cifra no basta para lograr la mayoría absoluta.
Hubo sonrisas y algunos clientes hacían signos de la victoria.
"¿Por qué iba la gente a cambiar? La economía va bien después de cinco años con los conservadores", dijo Grant, otro empleado de la capital financiera de Europa.
"Si los laboristas vuelven, sería catastrófico para la economía", dijo Sarah, que trabaja en un banco, mientras tomaba una copa de vino blanco.
"Vamos a seguir el resultado con gran interés, ya que será muy reñido", pronosticó, pese al margen de la primera encuesta.
La City ha sido tradicionalmente un bastión de apoyo a los conservadores y una fuente importante de su financiación, si bien la promesa electoral de Cameron de celebrar un referéndum de salida de la Unión Europea ha calmado un poco el entusiasmo.
- Sorpresas -
La sorpresa se percibía entre los hombres jóvenes en traje y corbata mezclados con mujeres con falda y chaqueta.
"Estoy muy sorprendido de que a los laboristas les haya ido tan bien", dijo Perrine, que esperaba un descalabro mayor que los 239 escaños de la encuesta, 17 menos que en 2010.
"Muy mala noticia, no me gustan los laboristas", insistió.
Otros comentaban el gran ascenso del Partido Nacional Escocés (SNP), que quiere que Escocia se convierta en un país independiente, y que se prevé que pase de 6 a más de 50 diputados.
"Estoy bastante sorprendida de lo mucho que ha subido el SNP", dijo Miranda, a la que también le pareció increíble el hundimiento de los demoliberales (de 56 a 10 diputados).
El malestar de Mark con el ascenso escocés expresa un sentimiento general de desconfianza en Inglaterra.
"Inglaterra ha sido demasiado sumisa con Escocia en muchas cosas, y Escocia va a tener ahora la llave de demasiados temas en el Parlamento", explicó, y eso es algo que acabará afectándole.
"Como padre y propietario de una vivienda, el resultado de las elecciones me afecta directamente", explicó.