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¿Es necesario volver a empezar?, ¿Quién ha de pilotar el cambio, la clase política o la sociedad civil?¿Es realmente el momento de volver a empezar?, ¿Estamos dispuestos a asumir los compromisos que conlleva?, ¿Queremos cambiar la situación?
Ha llegado el momento de reinventarse y reinventar el negocio, hay que cambiar el enfoque para convertir la crisis en una oportunidad.El mundo ha cambiado y seguirá cambiando, lo único que no cambia es el cambio.Cada vez los cambios son mas rápidos y sencillamente el que no se adapta desaparece.Por eso ha llegado el momento de “volver a empezar”.
Nada se consigue sin un ingrediente “voluntad”, la diferencia entre triunfo y fracaso no es lo que sucede sino lo que se hace al respecto, no importan las circunstancias sino lo que se hace con ellas. Añadimos un segundo ingrediente “acción”, pero acción intensa con pasión no a medias tintas, con todo lo que tenemos y en todo lo que hacemos. Necesitamos un último ingrediente, querer cambiar la situación, para colocarse en cabeza del mercado se ha de evolucionar antes que el resto, la empresa que no evoluciona sencillamente desaparece, pero hay que tener la voluntad de hacerlo.
En cualquier mercado el número uno y los seguidores hacen exactamente lo mismo con una diferencia, con el mismo esfuerzo gana quien lo hace antes. Pero ahora tenemos una ventaja, conocemos como se hace, tenemos los recursos necesarios, la experiencia y los contactos, además la ventaja de que la competencia está paralizada por el miedo. Tenemos un gran bagaje de conocimientos y experiencias, igual que las acciones y decisiones del ayer nos han llevado a la situación actual, las acciones y decisiones del ahora marcarán los resultados del luego. Debemos descubrir que motivaron los triunfos pasados y estudiar la excelencia de otros.No dejarse engañar por las falsas apariencias ni confundir por las consecuencias hay que buscar las causas.
Cuando creemos que sabemos porque se ha producido tal o cual resultado hemos de hacernos la siguiente pregunta:¿esta es la causa o la consecuencia?.Descubriremos que muchas veces nos dejamos engañar por las apariencias y confundimos ambas.Si, por ejemplo, ”perdemos clientes” se suele pensar que tenemos un problema, cuando en realidad perder clientes puede ser solo la consecuencia de una serie de causas, como por ejemplo dar un mal servicio, entonces podríamos pensar que dar un mal servicio seria la causa y perder clientes la consecuencia pero si repetimos el proceso nos daremos cuenta que dar un mal servicio no es más que la consecuencia de que no sabemos o no queremos hacerlo mejor.Hagamos esta regresión y acabaremos yendo a la verdadera raíz del problema, que normalmente suele ser de falta de voluntad o disciplina y que requiere muy poco esfuerzo solucionar. Recordemos que pequeños cambios producen grandes logros.
Hemos de averiguar porque se producen los resultados tanto los triunfos como los fracasos y seremos imparables. La clave es coger y transmitir confianza, cuando uno habla de lo que sabe y sabe de lo que habla, la gente nota que sabe de lo que está hablando. No se puede triunfar solo, hay que confiar en la gente no basta en confiar en nosotros mismos.Además si no confiamos en la gente no tenemos derecho a pedir que confíen en nosotros, el liderazgo y la cohesión de los equipos se basa en la confianza mutua. No hemos de tener miedo a equivocarnos, ha llegado el momento de dar un paso al frente y comprometernos y sobre todo si nos comprometemos hemos de cumplir, esa es la clave para crear equipos imbatibles.