Mal tiempo y descontrol en Portugal. Esas son las razones que esgrime la Xunta de Galicia para explicar el caos de fuego y miedo está rodeando comarcas cercanas a Vigo y que yan han dejado tras de sí al menos dos muertos confirmados.

El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo ha asegurado que "estamos hablando de unas condiciones que en la última década nunca se habían vivido". Feijóo se refiere a la sequía que arrastra la comunidad gallega, sin apenas lluvias desde antes de verano, a lo que se suman los fuertes vientos provocados por la cercanía del huracán Ofelia.

Feijóo ha calificado como problema añadido, la llegada de "fuegos que vienen de Portugal". En la misma tesis del descontrol portugués en la gestión de sus incendios ha insistido el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda.

El ejecutivo gallego califica la situación como "límite" y advierte que están a la espera de la llegada de nuevos efectivos, enviados por la Unidad Militar de Emergencias (UME), para luchar contra las llamas: "Esperamos que ya de madrugada podamos reforzar hasta 500 efectivos de la UME para proseguir en esta tarea de extremada dificultad". Hace solo cuatro días Feijóo aseguraba que el despido de 436 brigadistas contra el fuego no afectaba en la lucha contra el fuego.