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El presidente del gobierno asistió ayer al acto de clausura del III Congreso del Consejo Estatal de las Personas Mayores, donde adelantó que el ejecutivo va a promover un "Plan Integral de Envejecimiento Activo" para 2010
A paso lento, pesado y tranquilo, con los achaques de la edad, más de 700 mayores llenaron ayer el Palacio de Congresos de Madrid, con la gran esperanza de poder ver, o incluso hablar, con el presidente del gobierno. "Venimos desde Andalucía. El viaje ha sido largo pero aún tenemos muchas energías para el presidente"_ contaba Marta, de 72 años.
Todos ellos confían en que el IMSERSO vele por sus intereses que, dicen, se han visto rebajados con la crisis económica. "Las pensiones han bajado y, claro, tampoco podemos pedir ayuda a nuestro hijos si están desempleados".
Y, por fi, el momento más esperado. Arropado por cientos de aplausos, José Luís Rodríguez Zapatero hizo su entrada triunfante con una sonrrisa sincera que mantuvo durante toda la jornada. A su lado, la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, que agradeció la presencia del líder del ejecutivo.
"Venimos desde Andalucía. El viaje ha sido largo pero aún tenemos muchas energías para el presidente"_
Haciendo uso de la siempre eficiente empatía, Zapatero apeló a tiempos pasados. "Tiempos difíciles, donde los sueldo también eran bajos, al igual que las pensiones". Y el tono del discurso tomó uno de sus puntos clave cuando el presidente declaró de forma rotunda: "¿Cómo hubiéramos avanzado en la democracia sin la ayuda de nuestros mayores? Y la gran sala se alzó en júbilo al unísono en palabras como "¡¡¡¡Guapo, guapo!!!!!
El presidente además adelantó que el Consejo Estatal de las Personas Mayores formará parte del Pacto de Toledo y aseguró que hará cuanto esté en su mano para que suban las pensiones.
Para concluir su espléndido discurso, que bien podría asemejarse a los de campaña, Zapatero afirmó que hay que desconfiar de "aquellos que hagan creer que el sistema de seguridad social peligra". Porque "Tenemos un sistema democrático que no limitará, sino que reforzará las prestaciones sociales".
Tras sus palabras todo un sabor de boca dulzón entre los oyentes que, emocionados, emulaban para sí: "Qué buen presidente", "Seguro que nos ayuda", "Este hombre vale mucho". El subidón de glucosa y después cada uno a lo suyo; el presidente a su ajenda y los mayores a su día a día, a su lucha por seguir encontrado alegrías por las que vivir en estos tiempos difíciles.