Si de algo podemos estar seguros en este mar de incertidumbre económica y angustia social es que Zapatero mantiene ese don de poder sorprendernos a todos en cualquier momento. Y es que ahora anuncia...¡la subida de la luz! de aquí a poco, en lugar de gobernar ciudadanos, dirigirá a nómadas del desierto.

¿En serio quiere reactivar la economía? Desde luego que si a la subida del IVA de julio, sumamos la que propone del incremento de la factura de la luz, unos cuantos empezaremos a buscar linternas por nuestras casas, no para buscar la cartera, claro, pues dinero no tendrá, sino para llamar por teléfono y avisar a la familia de que emigramos. Y es que no son pocos los jóvenes que están dejando España para buscar el pan en otro país. Aunque la cosa esté mal en general, aquí está peor. Lo paradójico es que Zapatero siga en el poder después de haber hecho tanto daño y lo penoso es que la oposición no juegue bien sus cartas para quitarle de en medio y poder empezar a recomponer España. No es sólo un problema económico, en nuestro país hay una grave crisis de valores. Zapatero, que ha hecho retroceder a España en el terreno económico y político internacional, parece haber reunido todas sus fuerzas para, a lo largo de estos años, ir transformando la sociedad española en su juguete particular. Ha jugado a hacer batallitas, para lo que no ha dudado en levantar viejas heridas, y quiere seguir jugando, aunque ni siquiera sepa a qué. Ha dañado hasta al propio socialismo, pues se multiplican las voces que se confiesan socialistas y detestan al capataz actual. El pensador de la "alianza de civilizaciones" ha hecho que la famosa frase del Absolutismo cobre sentido de nuevo: "Todo para el pueblo pero sin el pueblo".

Marta San Román Salmador

Periodista