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Lo de el presidente del gobierno es de chiste. Mientras que en España quita los crucifijos, en EEUU reza una oración con Obama
La cosa podía haber pasado perfectamente así:
Suena el teléfono: Ring, Ring, Ring, Ring.
- Diga, -dice un asesor de los 300 que hay en el Palacio de la Moncloa.
- Hellow, soy la mano derecha de Obama.
El asesor que ha cogido el teléfono tiembla. Ya sabe lo que su jefe ZP siente hacía el presidente de los EEUU, una veneración que raya la obsesión. ¿Qué hago?, -piensa con el teléfono en la mano-.
- ¿Hellow?, -vuelve a preguntar el asesor norteamericano.
- Si, sigo aquí -le comenta el asesor español-. Lo piensa antes de actuar, pero al final se decide. ¿Quiere qué le pase con el Señor Zapatero?.
- Yes, -responde desde América el asesor.
- De acuerdo, espere un momento por favor.
El asesor español, marca un número de extensión en el teléfono. En el aparato que hay en la mesa del presidente español, el sonido del aparato rompe el silencio que ZP necesita para pensar en cómo solventar los problemas diarios.
- ¿Sí?, -responde ZP cuando sale de su estado meditabundo.
- Señor, soy tal, tiene una llamada desde América, y más concretamente desde la Casa Blanca.
- Hostia, -piensa ZP a la vez que pega un salto y se pone firmes-. No te demores pásamela.
Su asesor, se la pasa. ZP queda un poco disgustado porque el que hay en la otra línea no es su buen amado Obama, sino un simple asesor. Pero siente una gran alegría, cuando éste le dice que lo va a pasar con su ídolo. ZP tiembla, carraspea, se arregla la corbata, y se pasa la mano por el pelo para tranquilizarse.
- Hey ZP, soy Obama, ¿qué tal va todo?
- Pues muy bien, y ahora mucho mejor, ya que he podido oír su voz, ¿Qué se le ofrece?, -dice ZP.
- ¿Te viene bien venir en Febrero a un acto de cristianos conservadores conmigo?
- Sí, sí, por supuesto, -dice ZP. ¿Voy ya, o me espero a Febrero?, -dice solícito el presidente.
- No, espera mejor a Febrero, y ya te digo como lo haces.
- Ok, siempre dispuesto a lo que digas, -le dice ZP. Pásalo bien, y cuenta conmigo
- Vale, -le dice Obama. Pues nos vemos. Saludos.
ZP ha aceptado sin pestañear, y no ha tenido en cuenta las posibles consecuencias que esta decisión puede tener. Primero desde IU, porque saldrá Llamazares diciendo que el presi ha dado un giro a la derecha, después desde su propio partido, diciendo que los obreros no van a misa, después desde los medios de comunicación afines a su ideología, diciendo que este PSOE y más concretamente ZP, ya no representa la izquierda y el progresismo que se debe tener para pertenecer a un partido como el PSOE. Después la derecha, criticándolo por lo innecesario del viaje, cayendo la que está cayendo en España. Después la Conferencia Episcopal, diciendo que aquí tiene a la iglesia abandonada y sin embargo se va a rezar a EEUU. Pero ZP tan contento, ya que su ídolo lo ha llamado para invitarlo, y esa ocasión es única para él, independientemente que lo critiquen, total, lo van a criticar lo mismo haga lo que haga. Pero mientras que le quiten lo bailao. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo.